Ahora que estamos en pleno invierno, las casas comienzan a quedarse frías y tiramos cada vez más de todo tipo de elementos que nos proporcionan calor: radiadores, calderas, ACS, suelo radiante… Pero, tras meses sin usarlos, ¿cómo los preparamos para volver a usarlos? Te contamos una serie de trucos y consejos para preparar tu casa para el invierno.
Preparando la caldera
Los expertos de Saunier Duval, uno de nuestros proveedores, aconsejan realizar 7 sencillos pasos para comprobar el sistema de la caldera:
- La caldera debe estar en la posición de invierno/calefacción.
- Comprueba si tienen pilas los elementos que pueden precisarlas (termostatos, mandos, sondas, etc.).
- Enciende el termostato, recuerde que para que la calefacción funcione la temperatura seleccionada debe ser superior a la de la habitación donde se encuentra.
- Mantén una temperatura constante y moderada. Conviene tener la calefacción entre 18 y 21ºC durante el día.
- Comprueba que los radiadores están abiertos y la ausencia de fugas en el circuito de radiadores. Con un simple examen visual podemos comprobar la ausencia de manchas y goteos debidos a desajustes, holguras o juntas defectuosas que son un claro aviso de posibles fugas.
- Purga los radiadores. Este sencillo proceso consiste en expulsar todo el aire que puede permanecer alojado en las diferentes zonas del circuito de radiadores dificultando el calentamiento de los mismos. Con la calefacción encendida y la presión del circuito correcta afloja el tornillo de purgado de cada uno de los radiadores hasta que salga un chorro de agua y aire a borbotones.
- Comprueba la presión. Antes de poner en funcionamiento la caldera comprueba que la presión se encuentre entre 1 y 1,5 bar. Si la presión es baja, ponga agua al circuito empleando la llave de llenado de la caldera hasta alcanzar la presión indicada. En caso de una presión superior a 1,7 bar reduzca la carga de agua purgando un radiador o mediante la llave de vaciado.
¿A cuántos grados debo poner la caldera?
En principio, la temperatura ideal de una caldera es la más baja posible siempre que se mantenga el confort en el interior de la casa.
Con una caldera de gas, conseguiremos el máximo ahorra energético posible si lo sitúas por debajo de los 53ºC.
En el caso de una caldera de condensación, es el tipo de emisor el que condiciona a qué temperatura debemos poner la caldera.
● Radiadores: en sistemas de calefacción por radiadores, la temperatura óptima de la caldera se sitúa entre los 60 y 70 °C. En cambio, los radiadores de baja temperatura funcionan con una temperatura del agua de entre 35 y 40º C.
● Suelo radiante: en instalaciones de suelo radiante conviene no superar los 50 °C, por lo que una temperatura de 35-40 °C en la caldera puede ser suficiente para calentar tu vivienda.
● Fancoils: con este sistema de climatización por agua, la temperatura de la caldera debería rondar los 60 °C.
Para una caldera que produce agua caliente sanitaria (ACS), el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) aconseja que la temperatura del agua caliente debería estar entre 40 y 50 ºC en calderas mixtas. Sin embargo, en calderas que cuenten con acumuladores de agua externos, la elevaríamos a 50-55 ºC, ya que estos sistemas necesitan mantener el agua caliente de manera constante, lo que puede implicar un consumo energético mayor.
Puesta a punto de la calefacción: temperatura y uso eficiente
Según las recomendaciones del IDAE, en espacios cerrados como una vivienda, el termostato debería situarse entre los 19 y los 21 ºC. Aunque las indicaciones del IDAE seas claras, existen diferentes factores que influyen a la hora de elegir la temperatura adecuada de la calefacción. Te los detallamos a continuación.
● La sensación térmica. Cada uno tenemos nuestra propia sensación de calor/frío y encontramos nuestro confort a una temperatura diferente.
● Las horas del día. Por las mañanas las viviendas están más frías, durante el día muchas veces es posible aprovechar el sol y por las noches, aunque baje la temperatura exterior, no es necesario que la calefacción tenga una temperatura elevada. De hecho, se recomienda bajar unos grados con respecto a la temperatura del día para descansar mejor.
● La temperatura exterior y el aislamiento de la vivienda. En casas con pérdidas de calor ubicadas en regiones geográficas frías, la caldera debe trabajar a más grados. Por el contrario, en viviendas aisladas o en zonas de inviernos suaves, la caldera puede conseguir un excelente rendimiento trabajando a menos temperatura.
Consejos para usar la caldera de un modo más eficiente
Seguir algunos consejos a la hora de regular la calefacción te ayudará a mejorar su rendimiento y a ahorrar en tu factura. Te dejamos 7 ideas sencillas que puedes poner en práctica:
- Comprobar la presión. Cuando revises tu caldera, comprueba a qué presión trabaja. Lo ideal es que sea de 1,2 bares, con un margen superior o inferior del 25%.
- Usar termostatos. Otra de las recomendaciones para reducir el consumo energético de la caldera es utilizar termostatos inteligentes. Gracias a estos dispositivos conseguirás que la caldera se apague o encienda según tus necesidades de calefacción o tus hábitos de consumo de agua caliente.
- Mantener una temperatura constante. Conseguir que tu vivienda no se caliente o se enfríe demasiado puede ayudarte a ahorrar con tu caldera (21-22 °C por el día y 18-19 °C durante la noche son las temperaturas de referencia para la calefacción en invierno).
- Regula la temperatura de cada radiador dependiendo de su uso. Los radiadores pueden regularse con válvulas termostáticas que permiten ajustar automáticamente la temperatura en cada radiador, obteniendo la temperatura de calefacción deseada en cada estancia de forma independiente.
- No apagues la calefacción, prográmala. Arrancar y parar la caldera supone un sobreesfuerzo que se traduce en mayor consumo; la opción de programarla te ayudará a ahorrar energía.
- Realiza un buen mantenimiento. Las calderas de gas necesitan revisiones periódicas por parte de profesionales cualificados. Además, conviene que compruebes que las tomas de electricidad, gas y agua están en buenas condiciones para prevenir averías.
- Revisa tu tarifa de gas. Un último (y no menos importante) consejo para ahorrar con tu caldera es encontrar una tarifa de gas que se adapte a tus necesidades de consumo energético reales.
Prepara tu casa de cara al invierno
Con la llegada del invierno, mantener tu hogar a una temperatura agradable es clave para el bienestar de toda la familia. Contar con sistemas de calefacción eficientes, como radiadores, chimeneas o suelo radiante, no solo asegura tu comodidad, sino que también ayuda a optimizar el consumo energético y a proteger la vivienda de la humedad y el frío. En Suministros Sanitarios Oarso te ofrecemos todo lo necesario para preparar tu casa para el invierno: desde calderas y calentadores hasta termos y mucho más. ¡Haz frente al frío con la tranquilidad de un hogar bien equipado! ¡Contáctanos!
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